La República Española se proclama en 14 de abril de 1931. En España, en cambio, existe un profundo espíritu democrático en toda la sociedad, aunque no es ajena a la crisis económica.
La ley electoral es fundamental para el asentamiento de la nueva democracia. La antigua ley estaba dominada por las oligarquías del país. La ley electoral se reforma para votar las Cortes constituyentes, sin las presiones de la coacción caciquil. Lo más importante de la nueva ley es el sufragio universal, que concede el voto a las mujeres.
El Estado republicano
Desde el primer momento se recoge en la Constitución la promesa de dar gobiernos autónomos. Los catalanes proclamarán el Estatuto de Nuria. Cataluña accederá a la autonomía en 1932. El País Vasco también tendrá su estatuto pero ya en plena guerra civil.
El Parlamento tiene como primera tarea la de hacer una constitución que sea ley fundamental. Esta es una novedad. En la Constitución, el Ejecutivo queda supeditado a las Cortes.
Por la izquierda están los partidos: PSOE, POUM y PCE; y los anarquistas de la FAI y la CNT.
El gobierno constituyente
El gobierno constituyente
La república se proclamó tras unas elecciones municipales, en las que ganaron mayoritariamente los partidos republicanos de izquierda.
Nada más proclamarse la república se producen dos crisis: una en octubre cuando dimiten Zamora y Maura debido al explícito laicismo constitucional; y una segunda crisis que tiene como protagonistas a los radicales de Alejandro Lerroux y a los socialistas de Largo Caballero, que se enfrentan por el poder.
El bienio radical-cedista o negro (1933-1935)
La CEDA, al frente de la cual está José María Gil Robles, gana las elecciones en 1933. Alcalá Zamora le encarga a Alejandro Lerroux formar el gobierno, líder del Partido Radical, uno de los partidos que integran la CEDA.
Pero no será por la derecha por donde la república se sienta más amenazada, sino por la izquierda. La revolución de octubre de 1934, en Asturias y Cataluña, y los sucesos de Casas Viejas.
El triunfo del Frente Popular: 1936
El gobierno de derechas no es estable y convoca nuevas elecciones en 1936. Pero son ganadas por una coalición de izquierda: el Frente Popular. El nuevo gobierno pone en marcha las reformas que habían quedado en suspenso.
El cambio social
Quizás lo más llamativo de la época es el cambio social que se produce en España. La derecha tratará de consolidar la revolución liberal con un régimen democrático. La izquierda tratará de fomentar las transformaciones sociales hasta conseguir una revolución social.
La proclamación de la república no supuso el cambio automático de la estructura social del país, pero la oligarquía burguesa perdió el control de sus órganos de gobierno.
El campesinado
El campesinado es el sector de la población más activo políticamente. La agricultura es la principal fuente de recursos para la mayor parte de la población.
La mitad de la fuerza de trabajo campesina era jornalera, y la otra mitad propietaria o arrendataria de explotaciones de todos los tamaños. Para ellos la república significaba la reforma agraria política, que acabase con la gran propiedad.
Las condiciones del proletariado
El proletariado supone un 55% de la población activa, del cual un 45% está en el sector primario. Con la crisis aumenta el paro. Se crea una Caja Nacional del Seguro Contra el Paro.
La alimentación del proletariado era pobre y poco variada. Se llevaba el 64% del presupuesto familiar, y el resto era para vestido, medicinas y vivienda. Había graves problemas de analfabetismo.
El sindicalismo
Los sindicatos tenían tendencias revolucionarias. El alto índice de afiliados que tienen la UGT y la CNT se explica por la esperanza del proletariado de provocar una revolución socialista.
Del otro lado están los sindicatos confesionales, agrarios y de la pequeña burguesía, como la Confederación Nacional de Sindicatos Católicos.
La política económica
El problema más acuciante de resolver es la situación agraria. Pero las oligarquías terratenientes y la crisis mundial impiden que se lleve a cabo.
La industria se estanca al no poder vender sus productos en el extranjero. La crisis del 29 domina las decisiones económicas de todos los gobiernos de la época.
Pero no será por la derecha por donde la república se sienta más amenazada, sino por la izquierda. La revolución de octubre de 1934, en Asturias y Cataluña, y los sucesos de Casas Viejas.
El triunfo del Frente Popular: 1936
El gobierno de derechas no es estable y convoca nuevas elecciones en 1936. Pero son ganadas por una coalición de izquierda: el Frente Popular. El nuevo gobierno pone en marcha las reformas que habían quedado en suspenso.
El cambio social
Quizás lo más llamativo de la época es el cambio social que se produce en España. La derecha tratará de consolidar la revolución liberal con un régimen democrático. La izquierda tratará de fomentar las transformaciones sociales hasta conseguir una revolución social.
La proclamación de la república no supuso el cambio automático de la estructura social del país, pero la oligarquía burguesa perdió el control de sus órganos de gobierno.
El campesinado
El campesinado es el sector de la población más activo políticamente. La agricultura es la principal fuente de recursos para la mayor parte de la población.
La mitad de la fuerza de trabajo campesina era jornalera, y la otra mitad propietaria o arrendataria de explotaciones de todos los tamaños. Para ellos la república significaba la reforma agraria política, que acabase con la gran propiedad.
Las condiciones del proletariado
El proletariado supone un 55% de la población activa, del cual un 45% está en el sector primario. Con la crisis aumenta el paro. Se crea una Caja Nacional del Seguro Contra el Paro.
La alimentación del proletariado era pobre y poco variada. Se llevaba el 64% del presupuesto familiar, y el resto era para vestido, medicinas y vivienda. Había graves problemas de analfabetismo.
El sindicalismo
Los sindicatos tenían tendencias revolucionarias. El alto índice de afiliados que tienen la UGT y la CNT se explica por la esperanza del proletariado de provocar una revolución socialista.
Del otro lado están los sindicatos confesionales, agrarios y de la pequeña burguesía, como la Confederación Nacional de Sindicatos Católicos.
La política económica
El problema más acuciante de resolver es la situación agraria. Pero las oligarquías terratenientes y la crisis mundial impiden que se lleve a cabo.
La industria se estanca al no poder vender sus productos en el extranjero. La crisis del 29 domina las decisiones económicas de todos los gobiernos de la época.
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