jueves, 28 de julio de 2022

La batalla de las Navas de Tolosa 1212 (Resumen)

 

¿Qué fue la batalla de las Navas de Tolosa?

La batalla de las Navas de Tolosa, llamada también batalla de Úbeda, fue un enfrentamiento armado que tuvo lugar el 16 de julio de 1212, cerca de Jaén, en el sur de España, en el contexto de la Reconquista cristiana de la península ibérica. 

Causas 


Entre las causas de la batalla de las Navas de Tolosa sobresalen las siguientes:

La invasión de los almohades del Magreb, que sometieron e integraron a los reinos de taifas a su califato y avanzaron sobre territorios cristianos. 

La decisión del rey Alfonso VIII de Castilla de forzar una batalla decisiva contra los invasores, que lo habían derrotado en 1195 y que amenazaban el sur de su reino. 

Las negociaciones realizadas por el obispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, quien logró convencer a los reyes de Navarra y Aragón para que se sumaran a la lucha contra los almohades. 

La predicación de una cruzada en la península ibérica realizada por Inocencio III, que prometió el perdón de los pecados a todos los que lucharan contra los almohades. 

El Papa también amenazó con la excomunión a todo cristiano  que atacara a castellanos, aragoneses y navarros mientras luchaban contra los musulmanes.

Desarrollo de la batalla de las Navas de Tolosa 


La batalla se inició durante la mañana del 16 de julio de 1212 con una carga de la primera línea de las tropas cristianas, que puso en fuga a la vanguardia musulmana.

Los cristianos fueron en persecución de los que huían, pero ante el peligro de quedar rodeados por los flancos del ejército enemigo, detuvieron la persecución. 

El califa An-Nasir ordenó al cuerpo central de su ejército que avanzara sobre la vanguardia cristiana, mientras la caballería musulmana, ubicada a ambos flancos, comenzó a realizar un movimiento envolvente. 

 Alfonso VIII advirtió el peligro que corrían sus hombres por lo que ordenó el avance de la caballería, la aragonesa por el flanco izquierdo y la navarra por el derecho. Este ataque fue exitoso ya que los cristianos consiguieron detener a los musulmanes y estabilizar el frente de batalla. 

Ya entrada la tarde, Alfonso VIII ordenó el avance de toda la retaguardia cristiana, que estaba integrada por sus mejores hombres. Este avance hizo ceder a las líneas musulmanas hasta obligarlas a retirarse. 

Los cristianos avanzaron hasta llegar al campamento de An-Nasir, que huyó hacia la ciudad de Jaén, dejando tras de sí un gran botín que cayó en manos de sus enemigos.
 

Consecuencias.

Las principales consecuencias de la batalla de las Navas de Tolosa fueron las siguientes: 

La derrota total de los musulmanes, que perdieron gran parte de los efectivos que lucharon en la batalla. 

El declive de los almohades, cuyo califato se desintegró en las décadas siguientes. 

La conquista por los cristianos de los pasos de la Sierra Morena. Estos abrieron la conquista del valle del río Guadalquivir. 

El sucesor de Alfonso VIII, Fernando III «El Santo», tomó Córdoba en 1236, Jaén en 1246 y Sevilla en 1248.

El repoblamiento y evangelización de los territorios conquistados a los musulmanes, proceso que incluyó la construcción de nuevos santuarios y la reconstrucción de antiguos templos visigodos. 

Bibliografía:
 
Heers, Jacques. Historia de la Edad Media. Barcelona, Labor. 1984. 
García Fitz, Francisco. Las Navas de Tolosa. Barcelona, Ariel. 2005. 
Valdeón Baruque, Julio. La Reconquista. El concepto de España. Madrid, Espasa. 2006. Editorial Grudemi (2021). 
Batalla de las Navas de Tolosa. Recuperado de Enciclopedia de Historia (https://enciclopediadehistoria.com/batalla-de-las-navas-de-tolosa/). Última actualización: octubre 2021.


viernes, 22 de abril de 2022

Batalla de Alarcos

Batalla de Alarcos (19 de julio de 1195) 

La muerte de Alfonso VII, que había reunido en su persona las coronas de León, Castilla y Aragón, dió lugar a una nueva división de los reinos entre sus hijos. El reino de Castilla recayó en Sancho III, que falleció al poco tiempo de ser entronizado, dejando el reino a su hijo Alfonso VIII, a la sazón un niño de tres años. 

En las postrimerías del siglo XII, la provincia de Ciudad Real era tierra de frontera entre Castilla y Al-Andalus. 

Enfrentó a cristianos y almohades en la llanura existente entre Alarcos y Poblete. 
Ambos ejércitos se avistaron en Alarcos. 
El ejército castellano era muy inferior en número a los musulmanes dirigidos porJacub ibn Yusuf  (Yusuf II) y varios jefes aconsejaron al rey Alfonso VIII que no trabase combate hasta que se incorporasen las tropas procedentes de León y Navarra. 


Pero el joven rey desoyó estos consejos y ordenó el avance de sus huestes. En Alarcos se estima que podría haber unos 8000 hombres en el lado cristiano y cerca de 10.000 en el musulmán, lejos de los abultados números de las crónicas de la época, que llegaban a cifrar a los combatientes en varios cientos de miles. 

En cualquier caso, esos números tan abultados dan una idea de que lo que se vivió en Alarcos no fue una batalla "convencional". Se desconoce exactamente el número de bajas, pero seguro que se pudieron contar por miles. Los cristianos perdieron. 
El propio rey Alfonso VIII escapó milagrosamente de la horrible matanza, y se refugió en Toledo con los escasos supervivientes de su diezmado ejército. 

Tras el asalto a la villa y la victoria almohade, las fosas de cimentación de la muralla, aún abiertas, sirvieron para arrojar los despojos del enfrentamiento: los cuerpos de los defensores, caballerías del ejército vencedor, así como materiales de desecho del campamento almohade y armas y pertrechos propios de un ejército de la época. Los trabajos arqueológicos realizados hasta la fecha han permitido recuperar una parte importante de estos objetos, que constituyen un conjunto único en Europa.

Bibliografía 
http://www.altorres.synology.me/guerras/reconquista/1195_alarcos.htm https://www.artehistoria.com/es/contexto/la-batalla-de-alarcos
 
oncontextmenu='return false'andragstar='return false'