Diario El Mundo
El franquismo pasó, cayó el régimen político, pero algunos de sus principales protagonistas no dejaron la primera fila de la actualidad. Ministros, diplomáticos, prebostes y opositores a la dictadura han conseguido, en su mayoría, mantenerse a flote y protagonizar, en muchos casos, algunos de los episodios más significativos de la transición, los años del socialismo e incluso del 'giro al centro' del Partido Popular de José María Aznar. Otros fallecieron. He aquí qué pasó con...
MANUEL FRAGA IRIBARNE
El carismático ministro de Información y Turismo que se bañó en Palomares, el ministro de la Gobernación bajo el mandato de Franco, el vicepresidente del primer Gobierno de la Monarquía es en la actualidad el presidente autonómico más veterano. Tras varios años como jefe de la oposición, encontró su sitio político en su Galicia natal, donde sopesa volver a repetir candidatura a la Presidencia de la Xunta.
CARLOS ARIAS NAVARRO
Acusado de 'blando' por los franquistas, el presidente del Gobierno pasó a la Historia como el hombre que comunicó a los españoles que Franco había muerto. Falleció el 27 de noviembre de 1989, retirado de la arena política y del primer plano de la actualidad.
ADOLFO SUAREZ
Ministro secretario general de Movimiento en 1975. Nombrado presidente del Gobierno por el Rey, revalidó su cargo al ganar las elecciones de 1978 con la Unión de Centro Democrático. Las luchas internas le obligaron a dimitir en 1981. Fundó posteriormente el Centro Democrático Social, con el que se presentó a las elecciones generales con escaso éxito, por lo que abandonó la actividad política.
LEOPOLDO CALVO SOTELO
Ministro de comercio en 1975. Presidente del Gobierno entre febrero de 1981 —tras el golpe de Estado— y octubre de 1982. Fue el sucesor de Adolfo Suárez como líder de una decadente UCD. El segundo presidente de la democracia vive en la actualidad retirado de la actividad política.
TORCUATO FERNANDEZ MIRANDA
Prestigioso jurista y profesor del Rey Juan Carlos, el 2 de diciembre de 1975 fue nombrado presidente de las Cortes y del Consejo del Reino. Durante meses, su nombre sonó para encabezar la transición democrática. Falleció en Londres el 19 de junio de 1980, a los 64 años de edad.
JOSE MARIA DE AREILZA
Ministro de Asuntos Exteriores en 1975. Fue uno de los promotores del Partido Popular, fundado en noviembre de 1976. En 1981, fue nombrado presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Compatibilizó su labor política con la intelectual, e incluso fue nombrado miembro de las Academias de las Ciencias Morales y de la Lengua. Falleció el 22 de febrero de 1998 a los 88 años.
BLAS PIÑAR
Fundador de Fuerza Nueva y consejero nacional del Movimiento, Blas Piñar fue durante años el último bastión de la extrema derecha en las elecciones. En 1993, decidió retirarse de la actividad política.
RODOLFO MARTIN-VILLA
Ministro de Relaciones Sindicales en 1975 y de Gobernación entre 1976 y 1979. Diputado de UCD entre 1979 y 1986. Ingresó en el PP en 1989. En 1997 fue nombrado presidente de Endesa, cuya privatización dirigió. El pasado año pasó a dirigir Enersis.
FELIPE GONZALEZ
Elegido secretario general del PSOE en 1974. En 1977 firmó los 'Pactos de La Moncloa'. Líder de la oposición entre 1978 y 1982, cuando accedió al poder con mayoría absoluta. Presidió cuatro gobiernos consecutivos y perdió las elecciones de 1996 ante el empuje del Partido Popular y acosado por los casos de corrupción de su entorno político. En la actualidad, es diputado socialista.
MARCELINO CAMACHO
Miembro fundador de CCOO en 1964, fue nombrado secretario general del sindicato en 1977. Condenado a 20 años de cárcel en el 'Proceso 1.001', fue indultado en diciembre de 1975. En 1977 fue elegido diputado el PCE, siendo reelegido en el 79. Protagonista, junto a Nicolás Redondo, de la primera huelga general de la democracia, en 1989. Abandonó la presidencia de CCOO en 1996.
Sólo hay un español con el que se puede tener la seguridad de que, se escriba lo que se escriba, no gustará a la mayoría de los que lo lean: Francisco Franco Bahamonde.
Es, sin duda, el militar y político de más importancia en todo nuestro siglo XX. Fue el general más joven de Europa, ascendido desde teniente siempre por méritos de guerra en las durísimas campañas de Africa, primero en las fuerzas de choque de Regulares y luego en la Legión, de la que fue auéntico organizador.
De morir en 1936 sería recordado como el más importante de los militares africanistas. De morir en 1939, como el generalísimo del bando vencedor en la cruenta Guerra Civil de 1936 a 1939. Pero en realidad lo que polarizó y marcó su memoria en la de todos los españoles es que murió en 1975, en la cama y despés de 40 años como dictador.
Nadie en los siglos XIX y XX tuvo el poder tanto tiempo. Nadie concitó de tal forma la adhesión y el odio de los españoles.
Nació en El Ferrol un 4 de diciembre de 1892, en una familia modesta y problemática: un padre tarambana que acabó abandonando a la familia; una madre abnegada a la que idolatró; y tres hermanos: Ramón, aventurero y genialoide, héroe de la aviación por la hazaña del Plus Ultra; Nicolás, avispado y vividor; y Pilar, dicharachera y pintoresca.
De corta estatura, voz aflautada, introvertido y poco brillante, no pudo ingresar en la Marina y estudió en la Academia de Toledo. En las aulas era de los últimos, pero llegó a Africa, empezó a mandar soldados en combate y se transformó: combatió en muchas ocasiones, demostrando un valor físico y una frialdad de ánimo excepcionales.
EL ULTIMO EN LEVANTARSE
En cuanto a sus ideas políticas, pueden resumirse en una: la negación del liberalismo como alternativa al comunismo. Si el siglo XIX es el siglo liberal por excelencia, el siglo XX es el de su descrédito y defunción. Franco fue enterrador y guarda del cementerio, pero el antiliberalismo responde a toda una época de Europa y de las dos Españas.
Tras su boda con la única mujer de su vida, Carmen Polo, apadrinado por Alfonso XIII, Franco recuperó o encontró un profundo sentimiento religioso (ni misas ni mujeres, era el lema que se le atribuía en Africa) que impregnó su anticomunismo, llevándole a una negación del régimen liberal que identificaba con la pluralidad de partidos, el parlamentarismo, el sindicalismo y el desorden público.
Vivió y revivió el 98, contempló la crisis de la Restauración, la experiencia de la Dictadura de Primo de Rivera y el progresivo caos de la II República. Temido por la izquierda, adulado por la derecha, Franco dudó en entrar en política (se lo impidieron antipatías como la que le profesaba José Antonio Primo de Rivera) y tambén en sumarse al Alzamiento del 18 de Julio, preparado por Mola y cuyo jefe era Sanjurjo.
Pero cuando lo hizo, el destino le dio la jefatura militar por la muerte de Sanjurjo y la política, por acuerdo de sus compañeros. Pidió todo el poder, ganó la guerra y no lo dejó hasta su muerte.
Se ha discutido mucho su conducción militar de la contienda, aunque la política fue muy eficaz, pero la victoria no era fácil y resultó aplastante.
Franco, acostumbrado a la ferocidad de Africa, entendió mejor que sus enemigos y que sus aliados nazis y fascistas que se trataba de una guerra donde no cabían muchas acciones relámpago, sino la disputa palmo a palmo de cada pueblo, a vida o muerte.
Lo cruelmente innecesario era la represión posterior a la guerra y, sobre todo, fundar su régimen en la legitimidad de una guerra civil.
TRAS LA GUERRA MUNDIAL
La Guerra Fría lo salvó del aislamiento, pero él nunca entendió que Occidente no apreciara más al primer vencedor del comunismo y lo atribuía a una «conjura judeo-masónica-liberal».
Tampoco creía en el mercado libre. Sin embargo, cuando a finales de los 50 fracasó la autarquía, entregó las riendas económicas al Opus Dei y respaldó un Plan de Estabilización que no entendía, España emprendió un crecimiento económico espectacular.
Al final, el mayor antiliberal del siglo XX se pareció engañosamente a Cánovas: una restauración monárquica saltándose el orden dinástico pero respaldada por el Ejército, y, tras el pacífico suicidio de su régimen, Constitución y Libertad. Para unos, triunfo definitivo de Franco; para otros, definitiva derrota. El caso es que desde su muerte, el 20-N de 1975, Franco yace bajo una losa de dos toneladas. ¡Pesa mucho la Historia!
(Nota)Actualmente sus restos descansan en el cementerio de El Pardo- Mingorrubio.
Fecha del sepelio.- 24 de octubre de 2019
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