LOS HUIDOS DE LA POSGUERRA.
Tras el fin de la guerra civil el 1 de Abril de 1939, algunas personas disconformes con el resultado de la victoria franquista liderada por el general Francisco Franco se refugiaron en los montes de Extremadura, Andalucía, Galicia, León, Asturias, Santander y Zamora.
Estas personas recibieron distintos nombres: “Maquis”, “Huidos” o “Los del monte”. Los del monte estaban solos ante las autoridades represivas, pero hubo un acontecimiento que cambió el contexto de su situación: el estallido de la segunda guerra mundial, la guerra mundial hizo renacer las esperanzas de los guerrilleros.
Los motivos de los primeros movimientos hacia los montes fueron el miedo a las represalias, desertores de unidades Franquistas, o el que algunas personas prefirieran vivir en los montes que malvivir en las aldeas.
A partir de 1939, las partidas cambiaron: los huidos poseían un alto nivel de ideologización, eran militantes de izquierdas que huían de las prisiones.
A partir de 1942 el número de huidos aumentó debido al curso de la segunda guerra mundial. Estos guerrilleros no consiguieron organizarse políticamente, o establecer una ideología, debido a la variedad de pensamientos entre los guerrilleros.
La estrategia era defenderse hasta ver el desenlace de la segunda guerra mundial. Los lazos de solidaridad entre familiares, amigos, parientes y víctimas del franquismo, eran el método de supervivencia para los del monte.
Así se fueron formando por toda España redes de enlaces entre los del monte y los pueblerinos.
Las detenciones de enlaces implicaban pérdidas de cosecha, palizas, ejecuciones o torturas. Los guerrilleros vivían de lo que le proporcionaban sus enlaces, o sobre todo de lo que de los atracos cometidos contra personas afines a la dictadura.
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